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04 noviembre 2016

Escorpio – Vida y emociones

¡Qué importante es reconocer nuestras emociones en las diferentes experiencias cada día de nuestra vida! Volvemos a la importancia de la vida cotidiana donde aprendemos tanto en esta escuela de la vida en la Tierra.

Reconocer nuestras emociones facilita que podamos ir “evacuando” de nuestra mente los pensamientos negativos, y su vibración, pensamientos inadecuados, destructivos, oscuros, densos que nos llevan a emociones intensas, así elegimos nosotros en libertad. Despiertos. Conscientes. Pero estamos aún ensayando ejercitar nuestra voluntad desde la imagen de bienestar que de ello se desprende. Y habremos de tener paciencia con nosotros mismos, y con todos aquellos seres queridos que sabemos que están en este camino de transformación, aprendiendo a ser más livianos, aprendiendo a volar en la Tierra.
Reconocer nuestras emociones impide que se acumulen en nuestro cuerpo físico y a la larga, o en breve, se manifiesten como enfermedad, malestar, desajustes, en definitiva nos desgastan y desequilibran.

Tengamos planetas o no en este signo, la Luna va a transitar nuestro sector “Escorpio” (signo de Agua Fija) cada mes, dos días y medio al menos, y ese sector representa un “campo de experiencias”, un escenario donde hay determinadas y concretas vivencias, depende de la Casa en la Carta Astral de cada uno, veamos algunos ejemplos:


1. personalidad y apariencia;
2. dinero, posesiones y valores;
3. relaciones con el entorno inmediato (vecinos, hermanos, primos), gestiones y comunicaciones, pequeños desplazamientos, nuestra mente y aprendizajes inmediatos;
4. casa, familia, hogar;
5. hijos, obras creativas, ocio, vitalidad y cómo la utilizo;
6. salud, trabajo, compañeros de trabajo, animales de compañía;
7. relaciones y vida social, pareja;
8. impuestos, herencias, bancos;
9. asuntos legales, viajes largos, aprendizaje universitario, filosofía de vida;
10. figuras de autoridad, vocación;
11. grupos, organizaciones, amigos, clientes, proyectos;
12. enfermedades crónicas, enemigos ocultos, pruebas, soledad y aislamiento, espiritualidad.


Reconozcamos nuestro enfado, nuestro resentimiento, nuestra ira, nuestras frustración y qué pensamientos están provocando estas “erupciones” emocionales. En todo caso, todo este revuelo nos trae mucha información a la conciencia, forma parte de la existencia como “ser humano”, nos trae revelaciones y no sólo de nosotros mismos, también del entorno, de las personas con las que nos relacionamos. Podremos ser conscientes de nuestros y de sus complejos, carencias y distorsiones, y como a partir de este punto de partida, es decir, “no en nuestro centro”, todo lo complicamos o lo complican, y vienen los problemas y los enredos. Pero podemos volver a la SENCILLEZ, al otro lado del Eje de estos dos signos fijos, al polo de Tauro, que es Tierra, a la tranquilidad, a construir con paciencia y solidez. (Recordamos que la rueda zodiacal está formada por 6 ejes, 12 signos).
No obstante, si no lo hacemos, si lo posponemos, si estamos inconscientes y dormidos, despistados, dispersos, si enfermamos, podemos vivir de todos modos una catarsis y salir regenerados de nuestras experiencias intensas. La VIDA es eterna, ES.






Veamos un ejemplo, una metáfora, de cómo también en la Tierra se representa para nosotros este resurgir de vida, de tierra (estructuras físicas), con sus plantas, sus microorganismos, y otros visitantes externos atraídos por este RENACER en mitad de las aguas (emoción, sentimiento).


Volcanes y vida - La isla de Surtsey

En noviembre de 1963, Sol en Escorpio, unos pescadores en Islandia repararon que gran cantidad de humo surgía del mar. Durante estas erupciones la atmósfera es completamente eléctrica (así se dispara nuestro sistema nervioso por los pensamientos agitados), pero el vapor de agua (emociones) está cargado positivamente. Después apareció sobre las aguas el cráter de un volcán del cual manaron ríos de lava, era como si hubiera un incendio en el mar. Estas erupciones continuaron a lo largo de cuatro años, entre los años 1963 y 1967.
El volcán se fue apagando y enfriando lentamente. Y empezó a surgir la VIDA. Así nació una nueva isla y la denominaron “Surtsey”, isla de Surt (“negro”) , que es el nombre del líder de los gigantes de FUEGO de la mitología escandinava (Surt o Surtur), representado con su espada en llamas; equivaldría al dios romano Vulcano o al griego Hefesto. ¡Cómo resuena con la energía Escorpio! Aunque habremos de aprender a seguir creando, construyendo, sin este afán de destrucción y muerte, ahora en estos tiempos es posible. De hecho, siguiendo con esta isla, su morfología es modificada continua y progresivamente debido a la erosión, olas, vientos, tempestades, etc.
Surtsey ha sido declarada reserva natural, es patrimonio mundial de la UNESCO, y está prohibido acceder a ella. Fue protegida por la ley desde el principio, constituye un auténtico ecosistema, es un santuario de gran biodiversidad además de un laboratorio natural incólume. En esta isla tan joven empezaron a anidar las aves de varias especies, también viven especies de invertebrados, crecieron plantas y flores, bien importadas por los pájaros y arrojadas en la isla, bien traídas por el viento y las corrientes del propio mar.


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Al igual que esta isla surgió de manera tan mágica, explicaciones científicas aparte, así también nuestra esencia, el núcleo que representa lo que de verdad ES en nosotros, resurge siempre desde el trabajo interior de atención amorosa a nuestras emociones, al mundo sutil interior que se mueve dentro de nosotros y que habremos de hacer familiar a nuestra compasión y sabidurías en constante expansión.






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