¡Podemos romper el círculo!
La energía de
Saturno, regente del signo de Capricornio, nos conduce en muchas ocasiones a
esa sensación de que estamos dando vueltas y vueltas, pasando siempre por los
mismos lugares ya conocidos y que no nos aportan nada, al contrario nos están
pareciendo no sólo aburridos, sino asfixiantes. La rigidez saturnina comienza a
manifestarse, como una especie de muerte en vida. Falta flexibilidad, falta
acción. Marte ha quedado inhibido, la energía de afirmación, asumir el riesgo
de ser uno mismo, creer en uno mismo, en la vida.
Nuestro destino
gira y gira y tenemos la sensación de no hacerlo más que en círculo. El mundo
se hace pequeño, nuestro mundo, el que hemos creado, a veces por necesidades emocionales
y dependencias que no están siendo saludables. Reconocemos en la base nuestros
miedos e inseguridades, complejos, falta de estima personal, de seguridad, de
asertividad, de confianza en nosotros y en la vida, en general.
Nos sentimos
perdidos. Sin embargo, nos estamos empezando a encontrar y vamos hacia la
libertad.
Nuestro héroe
solar desea emplear la energía de acción y explorar nuevos rumbos, salir de la
seguridad que nos enferma y nos apaga.
Podemos romper
el círculo, podemos salir de los límites que hemos creado con nuestras ideas y
pensamientos. La energía expansiva de Júpiter nos empuja a ir más lejos, a ir
más allá, a aprender, a viajar, a conocer a personas nuevas. La energía de
Urano nos recorre y sabemos que tenemos una nueva corriente que circula por
nuestro ser y nos renueva facilitándonos el cambio, renovar y transformar,
cortar con lo que nos impide un estado interior de bienestar. Es un trabajo del
presente para el futuro, un futuro marcado por la realización de nuestros
sueños y nuestro destino.
Estamos en el
laberinto de la vida. Ahora hemos de tomar decisiones, hacer elecciones,
entablar diálogos que sabemos van a provocar una respuesta difícil de asumir al
otro, sabemos que los demás no quieren que cambiemos, les resulta cómodo y
fácil que sigamos como estamos, adaptándonos, renunciando a nuestra verdadera
esencia.
Pero llega el
momento de la transformación profunda. Es la energía de Plutón la que nos
incita a asumir la muerte del mundo que hemos creado y la construcción de unas nuevas
estructuras vitales más afines a lo que somos y hemos de realizar.
El círculo ha de
romperse para seguir expandiéndonos en espiral, para avanzar, para ensanchar
nuestro mundo. La espiral. Llega el momento de ascender, de avanzar hacia
estados de conciencia más elevados, es tiempo de acción, de dinamismo, es
tiempo de emprender, tiempo para el reto y el coraje. Sabemos que todas esas
energías están conectándonos a una nueva dimensión de la realidad, de la
realidad que queremos crear. Las ayudas para seguir avanzando y evolucionando
están ya dispuestas, la tensión se hace extrema y, aunque nos sintamos
perdidos, nos estamos encontrando con nuestra esencia: el bien, la verdad y la
belleza desean guiar nuestros pasos por los nuevos caminos que queremos, deseamos
y vamos a emprender. Todo es posible. Hemos conectado con nuestro núcleo, y ahí
está toda la fuerza y la sabiduría que nos guía en la nueva existencia que
hemos de crear, porque ante todo sabemos que somos creadores.
Permitamos
aprovechar ahora esta gracia que se nos revela a través de las sensaciones
físicas y psíquicas que sentimos y vivimos. Hemos de regenerar y renovar
nuestras relaciones, nuestra manera de relacionarnos con nosotros mismos, con
el mundo, con los demás. Vamos a construir relaciones íntimas que nos aporten
bienestar, que nos nutran de verdad, que nos mantengan en libertad y
despiertos, vitales.
Hemos de dejar
lo viejo atrás, lo que ya no sirve, renovar, cambiar la piel, nada nos detiene.
Es el momento de asumir nuestra libertad mental. Aceptar lo que somos y
necesitamos, el proyecto de nuestra existencia.
La espiral nos
hace avanzar siempre y seguir un rumbo de expansión, como nuestra Galaxia,
porque somos parte de nuestra Galaxia, estamos interconectados, somos una
estrella más de esta Galaxia que es nuestro hogar, y que forma parte del
Universo, del Cosmos y es el momento de empezar a brillar en todo nuestro
esplendor. El mundo necesita de la luz de cada uno de nosotros. Son tiempos de
cambio y transformación y la luz, el amor y la fuerza que necesitamos para dar
cada paso, están a nuestro alcance porque están en nuestro interior, como
siempre, pero ahora les permitimos guiar nuestro nuevo rumbo de libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario