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08 octubre 2012

Germaine Holley y su obra “Astrologie, au-delà de la rencontre”


Germaine Holley nació en Besançon –Francia- un 8 de octubre de 1904, por tanto hoy sería su cumpleaños, y con este motivo deseo publicar este artículo con la intención de rendirle un pequeño homenaje, principalmente por su dedicación y trabajo en el campo de la Astrología.

Hace 18 años, también a primeros de un mes de octubre, viajaba yo por primera vez a Francia, en un avión jumbo de Aerolíneas Argentinas –detalles que se recuerdan con el tiempo, rumbo a París, completamente sola. Germaine Holley falleció el 7 de febrero de 1995, fecha en la que celebré mi primer cumpleaños tras llegar a Francia, en Cherbourg. Después de escribir el artículo me vinieron estos números, estas fechas, esta fase de mi ciclo evolutivo. Un período en el que Plutón evidentemente me llevó a reencontrarme con mi karma. Es gracias a aquel viaje y a las circunstancias que le rodearon, por aquel entonces mi búsqueda e investigación en los trabajos y escritos de Itsuo Tsuda, que avancé también en el estudio y práctica de la lengua francesa, útil para este otro reencuentro muy posterior con Germaine Holley. Muchos os preguntaréis: pero ¿quién era Germaine Holley y qué nos puede aportar? Es mi deseo, poco a poco, acercaros a ella y a su obra, a sus enseñanzas, permaneciendo atentos a aquellas que resuenan con nuestro “genio uraniano” y con la luz aportada por Neptuno.

Con todo mi cariño, para Germaine Holley, en este día de su cumpleaños y ahora que ha pasado a otro plano de conciencia y estado evolutivo, le dedico estas líneas.


Una mujer testigo de todo un siglo


Germaine Holley es una astróloga francesa a quien empecé a descubrir en el año 2011. Fue en noviembre de ese año cuando comencé a tomar parte en una red social. Decidí aprovechar la red para intercambiar, descubrir y ampliar horizontes en un ámbito  internacional y en múltiples áreas y sectores de mi interés, por supuesto uno primordial, la Astrología. Es así como llego enseguida hasta uno de sus alumnos, Samuel Djian (http://www.djian-gutenberg.com/samuel/), del que nunca antes había oído hablar, ni había leído tampoco nada, no tenía referencia alguna de este astrólogo, él es también francés, y leyendo su página web quedo cautivada por un interés ferviente en conocer más la obra de Germaine Holley, tal vez si hubiera sido posible, a la misma Germaine.  Intenté encontrar información en francés y en italiano, que son dos idiomas en los que puedo leer y hacerme entender, pero no encuentro apenas nada a no ser referencias a la obra dejada por Germaine, sus libros, en los que recoge también las enseñanzas de su gran amigo del alma Charles E. Vouga. En italiano llego a encontrar un documento del Centro Italiano di Astrologia en el que Claudio Cannistra elabora un artículo acerca de GermaineHolley y su obra, con motivo de la celebración del centenario de su nacimiento, transmitiendo también con ello algo de los contenidos que se pueden encontrar en algunos de los libros escritos por Germaine y que suponen su legado a todos nosotros que nos acercamos ahora a ella en este momento de nuestras vidas y de la historia. Y, por supuesto, algo muy valioso para mí, encuentro la posibilidad de ver la película que nos dejó “A chacun son soleil” y otro vídeo corto para continuar descubriendo su mensaje y a su persona. Para mí, un maravilloso regalo que puedo disfrutar de vez en cuando de manera que, a través de su voz y de la conexión que me permite ver su presencia física mediante la película, me es fácilmente posible sentir su presencia y su energía aún más cercanas.


Sus obras no están traducidas en lengua castellana, de momento, la posibilidad –si surgiera en algún momento esta oferta- de ponerme a traducirlas, sin duda  sería todo un honor para mí, mientras tanto seguimos acercándonos a ella y a las enseñanzas dejadas por estos dos astrólogos en francés prioritariamente, aunque observo también traducciones en italiano, alemán y en inglés.

Quiero dedicar a Germaine un espacio importante, que podría chocar a personas que la han conocido o incluso a personas que no la conocen, buscando un porqué. Pero creo que no es cuestión de racionalismos. Espero que mi cariño y atención consigan hacer digno de ella este espacio y el tiempo dedicados a este proyecto; como profesional y como persona se lo merece y es lo que deseo.  Tal vez de esta manera habrá un mayor número de personas de habla hispana, que pudiendo entender alguno de los idiomas en los que por el momento encontramos sus obras escritas, sientan la llamada a acercarse a las mismas y descubrir y disfrutar con las enseñanzas contenidas en ellas, alcanzando una mayor comprensión, paz, luz, según sus deseos.

Hay encuentros más allá de la muerte física, porque la muerte no es el fin -ella insistía en ello- los que hemos pasado en algún momento por el umbral lo sabemos por experiencia; por eso es tan importante aprender a vivir en plenitud para dar el paso hacia el otro estado con una conciencia lo más expandida posible y con una madurez acrecentada por las vivencias y las circunstancias que jalonan a nuestro paso por este bello planeta, la Tierra. Hay personas con una sensibilidad adecuada, una llamada y una inclinación mayor a poder entrar en contacto con seres que ya nos han dejado hace tiempo pero que nos legaron unas enseñanzas o en todo caso, en general, unas obras dignas de ser consideradas en nuestros tiempos actuales, y tal vez en siglos futuros. La única manera en la que puedo justificar más allá del plano racional y de la lógica mi encuentro y mi acercamiento a Germaine y la persistencia en ir descubriendo a lo largo de estos meses los mensajes básicos, al menos, que contienen sus obras, y que quiero compartir, sin desvelar todos los secretos ni hacer traducciones, por supuesto,  de sus escritos en esta publicación y a lo largo de publicaciones consecutivas, es a través de la metafísica.


Germaine Holley fue una mujer a quien le tocó vivir las dos guerras mundiales que asolaron el mundo durante el siglo pasado, hace tan pocos años de aquellos conflictos, realmente no hace tanto ni mucho menos para que podamos olvidar el horror que suponen y al que conducen las guerras a la humanidad. Germaine publicó en 1989 un libro titulado “Astrologie: au delà de la rencontré”, de la editorial Du Rocher, y en él nos relata diversas vivencias y anécdotas de su vida. Es un libro que he leído no sólo con interés sino también con afecto. Como ella misma nos indica, no es una obra para adentrarnos en la Astrología, tal vez sí que nos transmite ideas y principios esenciales de la misma, pero está orientada a mostrarnos de alguna manera la historia de Europa, a través de las vivencias de Germaine, a lo largo de sucesivas décadas, en especial de la historia de Francia, por supuesto.

No voy a desvelar los detalles de esta obra porque creo que elegirla como lectura es algo más que mera curiosidad, se trata de un deseo del alma de acercarse de alguna manera a la persona que fue Germaine, sintiendo que el contacto entre almas por afinidad es estrecho, tal vez por misión, por pertenecer precisamente a la “familia espiritual”, mucho más allá de un encuentro fortuito, casual, simple, que tal vez ni siquiera existen, puesto que todo tiene un sentido en nuestras vidas. Al fin y al cabo, como ella también sabía y comentaba, los encuentros que tenemos con cada persona son una oportunidad para descubrir una parte nueva de nosotros mismos. Si reflexionamos en ello nos damos perfectamente cuenta de que así ha sido a lo largo de nuestras vidas. Y yo estoy segura de que, por tanto, este encuentro con Germaine a través de sus obras, y sintiéndola en mucha ocasiones cerca, me ofrece la posibilidad de nuevos descubrimientos de mí misma, como persona, como alma y acerca de mi destino, que ya de todos modos se ha cruzado mágicamente con el de ella, no hay barreras saturninas que obstruyan el paso de la verdad universal y de la manifestación del amor de los corazones.

En la obra que ahora menciono Germaine nos relata su biografía con realismo, como corresponde a su trígono Sol-Saturno, pero a la vez consigue que sea muy ameno y enriquecedor puesto que nos va descubriendo algunos personajes importantes de la historia y con quienes tuvo un acercamiento más próximo. Hay calidez y armonía en sus palabras -tiene su Sol en Libra y en trígono con Neptuno-, a la vez que ingenio y perspicacia, quedando siempre latente la enseñanza contenida en sus vivencias y un sentido de hermandad: su Mercurio está en contacto con Urano.
En la casa VIII de su carta natal observamos que se encuentra en la cúspide el signo de Sagitario, estando Júpiter –su regente- en la casa XII, en el signo de Aries. Germaine tuvo muchísimas posibilidades de transformarse precisamente mediante los viajes, las relaciones con otras culturas y personas de diversa índole, ideologías y costumbres. Viajar siempre ensancha nuestros horizontes, expande nuestras mentes. (“Luengas peregrinaciones hacen al hombre discreto”. Recordemos la cita cervantina). Germaine viajó a Estados Unidos, estuvo en algunas ciudades y lugares de África, conoció Turquía en 1967 –un regalo inesperado para ella, y entre otros lugares de Europa, tuvo vivencias en Bélgica, Checoslovaquia (visita a su padre en Praga en 1921), Suiza, Alemania. Algo sublime es que siempre nos transmite la belleza –Libra- de tantos lugares por los que pasó y la bondad y sabiduría de tantas personas con quienes tuvo relación a lo largo de su vida.


Su primer libro publicado por Editions Du Rocher se titula “Astrologie, Karma et Clairvoyance”, del cual nos dice la autora que no es propiamente un libro de Astrología. Germaine confirma su vocación de “escribir, enseñar, escribir” y fue una de sus mayores alegrías transmitir a los jóvenes los principios básicos de las enseñanzas astrológicas aprendidas junto a Charles E. Vouga. Quien, por cierto, tuvo una entrada en la Astrología también muy peculiar -nos lo narra en el libro- y nos recuerda que cuando hemos de aprender algo, cuando hemos de conocer a alguien, cuando está en nuestro camino encontrar algo o a alguien en concreto porque es de gran importancia para nuestra evolución, para el cumplimiento de nuestro destino según las leyes del Universo, se realiza, se concreta, se materializa.
Por el momento, yo estoy profundizando en este encuentro con la obra, y de alguna manera con Germaine, para ir descifrando qué me está revelando de mí misma, esas partes que debo descubrir o redescubrir de mi ser interior.
Su Luna progresada y su Saturno progresado actualmente en estos momentos activan a mi Plutón-Urano y a mi Sol en Acuario. Ella nos decía que, precisamente, Urano representa los conocimientos superiores adquiridos en el pasado. Tal vez este vínculo de amistad establecido en estos momentos supone un despertar que poco a poco aportará a mi comprensión mayor luz, fuerza, sabiduría y amor para seguir avanzando.
En “Astrologie au delà de la rencontré” Germaine se propone favorecer una apertura del espíritu del lector a la visión sintética que esta obra recoge de las enseñanzas de Charles E. Vouga y de su propio trabajo como astróloga.

Es importante que comprendamos, como nos indica, las relaciones que tenemos con el Universo, con los Astros, que conozcamos las leyes y los ciclos que gobiernan precisamente tanto al Universo como al hombre y a las civilizaciones. Conocer y comprender todo ello nos abre la mente al verdadero sentido de la vida y de los sucesos que nos acaecen a lo largo de nuestro caminar, es importante saber acerca de las energías que la dirigen y conducen “más allá de los encuentros”, siendo la Astrología un medio privilegiado para ello.

Desde luego, yo acepto su invitación y sus ayudas para seguir aprendiendo un poco más cómo funciona la energía universal e ir descifrando el programa evolutivo de mi existencia, así como el de aquellas personas que se acercan a mis consultas de Astrología, avanzando hacia espacios de mayor libertad interior.



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