Germaine
Holley nació en Besançon –Francia- un 8 de octubre de 1904, por tanto hoy sería
su cumpleaños, y con este motivo deseo publicar este artículo con la intención
de rendirle un pequeño homenaje, principalmente por su dedicación y trabajo en
el campo de la Astrología.
Hace
18 años, también a primeros de un mes de octubre, viajaba yo por primera vez a
Francia, en un avión jumbo de Aerolíneas Argentinas –detalles que se recuerdan
con el tiempo, rumbo a París, completamente sola. Germaine Holley falleció el 7
de febrero de 1995, fecha en la que celebré mi primer cumpleaños tras llegar a
Francia, en Cherbourg. Después de escribir el artículo me vinieron estos números,
estas fechas, esta fase de mi ciclo evolutivo. Un período en el que Plutón
evidentemente me llevó a reencontrarme con mi karma. Es gracias a aquel viaje y
a las circunstancias que le rodearon, por aquel entonces mi búsqueda e
investigación en los trabajos y escritos de Itsuo Tsuda, que avancé también en
el estudio y práctica de la lengua francesa, útil para este otro reencuentro muy
posterior con Germaine Holley. Muchos os preguntaréis: pero ¿quién era Germaine
Holley y qué nos puede aportar? Es mi deseo, poco a poco, acercaros a ella
y a su obra, a sus enseñanzas, permaneciendo atentos a aquellas que resuenan con nuestro “genio uraniano” y con la luz
aportada por Neptuno.
Con
todo mi cariño, para Germaine Holley, en este día de su cumpleaños y ahora que
ha pasado a otro plano de conciencia y estado evolutivo, le dedico estas líneas.
Una mujer testigo de todo un siglo
Germaine Holley es una astróloga francesa a quien
empecé a descubrir en el año 2011. Fue en noviembre de ese año cuando comencé a
tomar parte en una red social. Decidí aprovechar la red para intercambiar,
descubrir y ampliar horizontes en un ámbito internacional y en múltiples áreas y sectores
de mi interés, por supuesto uno primordial, la Astrología. Es así como llego
enseguida hasta uno de sus alumnos, Samuel Djian (http://www.djian-gutenberg.com/samuel/),
del que nunca antes había oído hablar, ni había leído tampoco nada, no tenía
referencia alguna de este astrólogo, él es también francés, y leyendo su página
web quedo cautivada por un interés ferviente en conocer más la obra de Germaine
Holley, tal vez si hubiera sido posible, a la misma Germaine. Intenté encontrar información en francés y en
italiano, que son dos idiomas en los que puedo leer y hacerme entender, pero no
encuentro apenas nada a no ser referencias a la obra dejada por Germaine, sus libros,
en los que recoge también las enseñanzas de su gran amigo del alma Charles E.
Vouga. En italiano llego a encontrar un documento del Centro Italiano di
Astrologia en el que Claudio Cannistra elabora un artículo acerca de GermaineHolley y su obra, con motivo de la celebración del centenario de su
nacimiento,
transmitiendo también con ello algo de los contenidos que se pueden encontrar
en algunos de los libros escritos por Germaine y que suponen su legado a todos
nosotros que nos acercamos ahora a ella en este momento de nuestras vidas y de
la historia. Y, por supuesto, algo muy valioso para mí, encuentro la
posibilidad de ver la película que nos dejó “A chacun son soleil” y otro vídeo corto para continuar descubriendo su mensaje y a su persona.
Para mí, un maravilloso regalo que puedo disfrutar de vez en cuando de manera que,
a través de su voz y de la conexión que me permite ver su presencia física mediante
la película, me es fácilmente posible sentir su presencia y su energía aún más
cercanas.
Sus obras no están traducidas en lengua
castellana, de momento, la posibilidad –si surgiera en algún momento esta
oferta- de ponerme a traducirlas, sin duda
sería todo un honor para mí, mientras tanto seguimos acercándonos a ella
y a las enseñanzas dejadas por estos dos astrólogos en francés prioritariamente,
aunque observo también traducciones en italiano, alemán y en inglés.
Quiero dedicar a Germaine un espacio importante, que
podría chocar a personas que la han conocido o incluso a personas que no la
conocen, buscando un porqué. Pero creo que no es cuestión de racionalismos. Espero
que mi cariño y atención consigan hacer digno de ella este espacio y el tiempo
dedicados a este proyecto; como profesional y como persona se lo merece y es lo
que deseo. Tal vez de esta manera habrá
un mayor número de personas de habla hispana, que pudiendo entender alguno de
los idiomas en los que por el momento encontramos sus obras escritas, sientan
la llamada a acercarse a las mismas y descubrir y disfrutar con las enseñanzas
contenidas en ellas, alcanzando una mayor comprensión, paz, luz, según sus
deseos.
Hay encuentros más allá de la muerte física, porque
la muerte no es el fin -ella insistía en ello- los que hemos pasado en algún
momento por el umbral lo sabemos por experiencia; por eso es tan importante
aprender a vivir en plenitud para dar el paso hacia el otro estado con una
conciencia lo más expandida posible y con una madurez acrecentada por las vivencias
y las circunstancias que jalonan a nuestro paso por este bello planeta, la
Tierra. Hay personas con una sensibilidad adecuada, una llamada y una
inclinación mayor a poder entrar en contacto con seres que ya nos han dejado
hace tiempo pero que nos legaron unas enseñanzas o en todo caso, en general,
unas obras dignas de ser consideradas en nuestros tiempos actuales, y tal vez
en siglos futuros. La única manera en la que puedo justificar más allá del
plano racional y de la lógica mi encuentro y mi acercamiento a Germaine y la
persistencia en ir descubriendo a lo largo de estos meses los mensajes básicos,
al menos, que contienen sus obras, y que quiero compartir, sin desvelar todos
los secretos ni hacer traducciones, por supuesto, de sus escritos en esta publicación y a lo
largo de publicaciones consecutivas, es a través de la metafísica.
Germaine Holley fue una mujer a quien le tocó vivir
las dos guerras mundiales que asolaron el mundo durante el siglo pasado, hace
tan pocos años de aquellos conflictos, realmente no hace tanto ni mucho menos
para que podamos olvidar el horror que suponen y al que conducen las guerras a
la humanidad. Germaine publicó en 1989 un libro titulado “Astrologie: au delà
de la rencontré”, de la editorial Du Rocher, y en él nos relata diversas
vivencias y anécdotas de su vida. Es un libro que he leído no sólo con interés
sino también con afecto. Como ella misma nos indica, no es una obra para
adentrarnos en la Astrología, tal vez sí que nos transmite ideas y principios
esenciales de la misma, pero está orientada a mostrarnos de alguna manera la
historia de Europa, a través de las vivencias de Germaine, a lo largo de
sucesivas décadas, en especial de la historia de Francia, por supuesto.
No voy a desvelar los detalles de esta obra porque
creo que elegirla como lectura es algo más que mera curiosidad, se trata de un
deseo del alma de acercarse de alguna manera a la persona que fue Germaine,
sintiendo que el contacto entre almas por afinidad es estrecho, tal vez por
misión, por pertenecer precisamente a la “familia espiritual”, mucho más allá
de un encuentro fortuito, casual, simple, que tal vez ni siquiera existen,
puesto que todo tiene un sentido en nuestras vidas. Al fin y al cabo, como ella
también sabía y comentaba, los encuentros que tenemos con cada persona son una
oportunidad para descubrir una parte nueva de nosotros mismos. Si reflexionamos
en ello nos damos perfectamente cuenta de que así ha sido a lo largo de
nuestras vidas. Y yo estoy segura de que, por tanto, este encuentro con
Germaine a través de sus obras, y sintiéndola en mucha ocasiones cerca, me
ofrece la posibilidad de nuevos descubrimientos de mí misma, como persona, como
alma y acerca de mi destino, que ya de todos modos se ha cruzado mágicamente
con el de ella, no hay barreras saturninas que obstruyan el paso de la verdad
universal y de la manifestación del amor de los corazones.
En la obra que ahora menciono Germaine nos relata su
biografía con realismo, como corresponde a su trígono Sol-Saturno, pero a la
vez consigue que sea muy ameno y enriquecedor puesto que nos va descubriendo
algunos personajes importantes de la historia y con quienes tuvo un
acercamiento más próximo. Hay calidez y armonía en sus palabras -tiene su Sol
en Libra y en trígono con Neptuno-, a la vez que ingenio y perspicacia,
quedando siempre latente la enseñanza contenida en sus vivencias y un sentido
de hermandad: su Mercurio está en contacto con Urano.
En la casa VIII de su carta natal observamos que se
encuentra en la cúspide el signo de Sagitario, estando Júpiter –su regente- en
la casa XII, en el signo de Aries. Germaine tuvo muchísimas posibilidades de
transformarse precisamente mediante los viajes, las relaciones con otras
culturas y personas de diversa índole, ideologías y costumbres. Viajar siempre
ensancha nuestros horizontes, expande nuestras mentes. (“Luengas
peregrinaciones hacen al hombre discreto”. Recordemos la cita cervantina).
Germaine viajó a Estados Unidos, estuvo en algunas ciudades y lugares de
África, conoció Turquía en 1967 –un regalo inesperado para ella, y entre otros
lugares de Europa, tuvo vivencias en Bélgica, Checoslovaquia (visita a su padre
en Praga en 1921), Suiza, Alemania. Algo sublime es que siempre nos transmite la
belleza –Libra- de tantos lugares por los que pasó y la bondad y sabiduría de tantas
personas con quienes tuvo relación a lo largo de su vida.
Su primer libro publicado por Editions Du Rocher
se titula “Astrologie, Karma et Clairvoyance”, del cual nos dice la autora que
no es propiamente un libro de Astrología. Germaine confirma su vocación de
“escribir, enseñar, escribir” y fue una de sus mayores alegrías transmitir a
los jóvenes los principios básicos de las enseñanzas astrológicas aprendidas
junto a Charles E. Vouga. Quien, por cierto, tuvo una entrada en la Astrología
también muy peculiar -nos lo narra en el libro- y nos recuerda que cuando hemos
de aprender algo, cuando hemos de conocer a alguien, cuando está en nuestro
camino encontrar algo o a alguien en concreto porque es de gran importancia
para nuestra evolución, para el cumplimiento de nuestro destino según las leyes
del Universo, se realiza, se concreta, se materializa.
Por el momento, yo estoy profundizando en este
encuentro con la obra, y de alguna manera con Germaine, para ir descifrando qué
me está revelando de mí misma, esas partes que debo descubrir o redescubrir de
mi ser interior.
Su Luna progresada y su Saturno progresado
actualmente en estos momentos activan a mi Plutón-Urano y a mi Sol en Acuario.
Ella nos decía que, precisamente, Urano representa los conocimientos superiores
adquiridos en el pasado. Tal vez este vínculo de amistad establecido en estos
momentos supone un despertar que poco a poco aportará a mi comprensión mayor
luz, fuerza, sabiduría y amor para seguir avanzando.
En
“Astrologie au delà de la rencontré” Germaine se propone favorecer una apertura
del espíritu del lector a la visión sintética que esta obra recoge de las
enseñanzas de Charles E. Vouga y de su propio trabajo como astróloga.
Es
importante que comprendamos, como nos indica, las relaciones que tenemos con el
Universo, con los Astros, que conozcamos las leyes y los ciclos que gobiernan
precisamente tanto al Universo como al hombre y a las civilizaciones. Conocer y
comprender todo ello nos abre la mente al verdadero sentido de la vida y de los
sucesos que nos acaecen a lo largo de nuestro caminar, es importante saber
acerca de las energías que la dirigen y conducen “más allá de los encuentros”,
siendo la Astrología un medio privilegiado para ello.
Desde
luego, yo acepto su invitación y sus ayudas para seguir aprendiendo un poco más
cómo funciona la energía universal e ir descifrando el programa evolutivo de mi
existencia, así como el de aquellas personas que se acercan a mis consultas de
Astrología, avanzando hacia espacios de mayor libertad interior.
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