Empecemos
por el Principio…
Ocurre en estas semanas, regidas por el signo de
Tierra de Virgo y en una parte del globo terráqueo, que lo mismo que se estarán
recogiendo cosechas, disfrutaremos en delante de unas ricas uvas, por ejemplo,
también van a comenzar a impartir clases en los colegios, institutos, universidades. Fin de vacaciones para
algunos, el retomar la rutina, iniciar un nuevo ciclo. En todo caso es un momento especial donde se
debe organizar, planificar, ordenar, cuidar el detalle, asumir responsabilidades. Es momento de actuar con una mente práctica en la vida cotidiana.
Para algunos la expectativa de vivir cada día un amanecer que se va posponiendo
y un atardecer que se adelanta paulatinamente, suponiendo entonces disfrutar de menos
horas de luz, un sol que va cayendo y tendrá cada vez menos intensidad en su
poder para darnos calor, puede ocasionar ciertos
pensamientos, sentimientos y emociones tristes y de melancolía. La Tierra se empieza a recoger, se va preparando para entrar en un estado de interiorización, de silencio, de descanso.
Pero todo es relativo, todo depende de cómo
decidamos nosotros, por un acto de nuestra voluntad e imaginación, que son
herramientas de nuestra personalidad que podemos utilizar libremente, el ir enfocando y actuando ante todos
estos cambios y opciones que se nos presentan. Nueva agenda "escolar" para
programar unos meses teñidos de fantasía, de alegría, de juegos, de conciencia, de solidaridad y amor. A pesar de los
retos, a pesar de la acción que hemos de emprender ahora dejando atrás las vacaciones y el cálido verano. Depende de nosotros. Depende
de cómo vayamos manejando la energía de Virgo, que es quien gobierna, a veces
con excesiva crítica y rigidez, exigencias hasta en los más mínimos detalles.
Hemos de completar con la energía complementaria, Piscis, que nos induce
precisamente a la ensoñación y a dejar volar la imaginación. Y hemos de utilizar la energía de Leo, del signo precedente, para autoafirmarnos y atrevernos más cuando nos apagamos.
Sin lugar a dudas, Virgo nos invita al servicio,
dejamos al festivo Leo, que si se vuelve ávido de placeres se convierte en un
egocéntrico ansioso, pero mantengamos la alegría del corazón, Virgo nos invita
compartir con los demás el día a día, la rutina. Un paso más para
encontrar mayor sentido, o simplemente darle por fin sentido a nuestra existencia.
Es momento para encontrar estímulo precisamente en
las cualidades del corazón, que no caducan, y que fluyen al ritmo de cada una
de las diferentes estaciones del año en cada hemisferio, según se van
sucediendo paulatinamente: generosidad, benevolencia, comprensión, apertura, empatía, gozo, humor.
Si volvemos al trabajo porque realizamos tareas que nos interesan, motivan y gustan, que son afines a nuestra vocación; si emprendemos
los estudios para prepararnos y conseguir poco a poco adquirir conocimientos
que me gustan y con los que puedo contribuir a construir un mundo mejor para
todos, entonces no hay lugar para la depresión “post”. Si hay motivación vivo
con entusiasmo cada etapa del año, cada día.
Todo en equilibrio es perfecto, es agradable, tiene
sentido. Caminamos hacia Libra.
Precisamente Virgo, la energía de este signo, me
ayuda a organizar mejor mi vida cotidiana con sus nuevas sugerencias, tanto
para lo nuevo como para renovar lo que ya tengo. Y Piscis aportará el sentido
transcendente a todas estas labores prácticas en las que además cuenta la
economía. Con Piscis me sumerjo en los momentos de descanso en los reinos de la
magia y del amor. Después de tanto trabajo, ¿por qué renunciar a algo que es
tan asequible? La música, la danza, el cine, el teatro, la pintura, allí donde
y en lo puedo emplear mi creatividad, es lo que me da nuevas fuerzas y me
alimenta y renueva interiormente, y de ahí parten las fuerzas físicas. Y mucho más las
psico emocionales. ¡Adelante con ánimo!
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