Impresiones sobre la vida por una astróloga humanista con pasión por la belleza y la armonía. La astrología inspirando la filosofía, los cambios y transformaciones de nuestra vida cotidiana.
Platón atribuyó la forma del octaedro al
elemento aire, ya que el aire sigue
al fuego, el octaedro sigue a la piramidal por su facilidad para el movimiento.
El octógono está presente en la construcción
de todos los edificios templarios, también lo encontramos en el edificio de la
Torre de los Vientos, en Atenas, ya que es de planta octogonal. También en algunas
Catedrales aparece un octógono, por ejemplo:
Francia: Catedral de Notre Dame de Senlis; laberintos
en forma octogonal: Catedral de Reims, Arras, Catedral de Amiens.
Reino Unido: Catedral de Ely, Catedral de San
Nicolás de Wells.
En la ciudad de Goya, en Argentina,
encontramos que la cúpula de la iglesia La Rotonda se apoya sobre un octógono.
El octógono simbólicamente representa un nexo
entre el cuadrado y la curvatura de la esfera, tenemos así la unión Cielo-Tierra, lo celeste y lo
terrenal.
El octógono es un patrón que duplica la fuerza de cohesión (el Amor –Venus- es una fuerza de cohesión
-la polaridad de la búsqueda-, siendo Urano una energía que nos desea unir por
solidaridad, la unión fraternal lejos de convenciones o compromisos. Neptuno, rige
el Amor infinito, el amor universal, y materializadora,
que corresponde con Saturno, del cuadrado -la Tierra y sus cuatro elementos o
cuatro puntos cardinales; los cuatro humores) y que nos proporciona ampliamente
la fuerza y el gran poder de la cosecha, del reconocimiento
y de la expansión (llegando así a
Plutón que nos otorga la conciencia de que somos una parte del gran ser, la
unión con la Esencia Eterna).
Es un arquetipo espiritual que permite un
camino hacia nuestro interior, nos proporciona amplia armonía (Libra), supone la amorosa energía maternal (Luna) y la fuerza necesaria, o disciplina (Saturno), para
trascender el sufrimiento y transformarlo en felicidad (Júpiter).
Este arquetipo nos permite alcanzar un nivel
mayor de lucidez, sinceridad, verdad para resolver los conflictos de dualidad.
Alcanzando así la autenticidad.
En todo proceso de dolor en el que aparece
conflicto apoya alcanzar el perdón
sincero y el consuelo.
Su utilización en Astrología a la hora de
establecer los aspectos o relaciones angulares entre los planetas:
El número 8 es dos veces 4.
El
número 4 es dos veces dos. El número 2 es polaridad, complementariedad y
conflicto. Debido a estas fuerzas en tensión nos vemos obligados a despertar
conciencia, al menos hay una llamada a través de la presión al despertar, por
tanto surge interiormente un impulso hacia la reflexión sobre uno mismo. El número
4 es resistencia, materia.
Por
tanto cuando llegamos al 8 tenemos Polaridad + Resistencia.
En
Astrología tenemos dentro de la familia de aspectos basados en la división del
círculo por dos la oposición, la cuadratura, la semicuadratura y la
sesquicuadratura. La conciencia ha de hacer un esfuerzo para buscar el punto de
equilibrio entre fuerzas internas que se dirigen en direcciones opuestas, o en
direcciones que nos requieren un empeño y voluntad concentradas para conseguir aliarlas
y armonizarlas debido a connotaciones de incompatibilidad entre ellas,
produciéndose de ello un empuje a la acción y al dinamismo.
Antes de que el
Sol deje el signo de Tauro, y coincidiendo con esta época en la que todos
estamos presentando nuestras declaración de la renta a hacienda (Escorpio),
podemos cuestionarnos acerca del valor del dinero, que es lo que gobierna este
signo y su regente Venus, y lo que en realidad puede o pudiera aportarnos,
yendo más allá de lo necesario para vivir con holgura y dignidad.
Porque, en
realidad, la riqueza tiene sus trampas, y hay quienes desean liberarse de sus
cadenas aún a costa de ser señalados por el mundo como “locos”. Si no te lo
crees, he aquí una historia, seguramente poco común, a modo de ejemplo.
A pocos se nos
ocurriría que el psicólogo al que acudimos nos instale confortablemente en un
diván que puede subir, subir y subir. Una imagen que no concuerda con lo que,
precisamente, se supone que ocurre durante un psicoanálisis: descender al
inconsciente y bucear en él para encontrar la clave de la salvación y la
curación. Pero es que se trata de encontrar las causas de una posible “locura”
en los elevados ideales que inspiran a una bella viuda que pretende legar su
fortuna a la Hacienda
Pública…
Louisa es hija
de una ambiciosa mujer (aunque la boca materna predique lo contrario) y los
hechos confirman la controversia, pero precisamente porque va creciendo y
viendo lo que provoca en su familia este ansia de dinero y poder de la madre.
Louisa siente un muy especial rechazo por el “vil metal” y por las personas que
lo poseen. Todo su interés es el amor, en una actitud de compensación por el
que faltó en su casa.
Así comienza la
película Ella y sus maridos, estrenada en 1964, y que protagoniza
Shirley MacLaine, en el papel de Louisa Foster, junto a otros magníficos
actores. Tenemos por ejemplo al simpático y entrañable Dean Martin en el papel
de Leonard Crawley, hijo del magnate de la pequeña localidad donde reside
Louisa, y al que asombra ver encarnar este papel de galán maligno que desea
casarse con Louisa no por amor, sino precisamente porque ella es la única
muchacha de la localidad que no desea ni su dinero ni su posición.
A pesar de que
esta película se nos presenta estructurada en una puesta en escena poco común,
muy innovadora y original, con unos escenarios magníficos en cuanto a su
creación y color, sin olvidarnos del fastuoso y lujoso vestuario, no deja de
ser una comedia romántica que nos expone cómo el exceso de codicia y la
necesidad de poder deshumanizan precisamente a un ser humano, privándole de su
dignidad y del gozo, y lo peor, nos lo presentan en situaciones patéticas que
realmente hacen sentir vergüenza ajena, sobre todo en contraste con la nobleza
y la sinceridad del personaje de Louisa.
Dick Van Dyke,
en el papel de Edgar Hopper, aparece en escena como el polo opuesto a Leonard.
No tiene ningún interés por hacer dinero ni por conservarlo, vive en su humilde
“finca rural” pescando mientras lee a Thoreau. Precisamente en uno de esos
días, reposando en su barquita mientras lee y esperando que algún pez pique el
anzuelo de su caña, pescará también a la bella sirena que es Louisa, quien a su
pesar será testigo de la gran transformación que sufre este personaje con quien
tan sólo deseaba compartir una sencilla pero plena vida de amor romántico.
“Nuestras
vidas se desperdician por los detalles, pequeños detalles, pequeños”. (Henry David Thoreau).
Esto es algo que
no debió olvidar Dick porque se lanzará hacia una carrera loca en pos de dinero
y poder, hasta sustituir a los Crawley y hacerse con el control de la ciudad, y
mucho más allá. Y Louisa se encuentra con la soledad, con lujos muy solitarios,
ya que en realidad su marido se termina enamorando profundamente de sus
ambiciones y sólo vive y muere para las mismas.
Louisa conocerá
más tarde a Paul Newman, en el papel de Larry, un extravagante pintor entregado
al arte por el arte, a la inspiración interior desde la creatividad por el puro
placer de permitir el estallido poético, y con quien consigue vivir
maravillosamente en una barcaza en el Sena durante algún tiempo. Hasta que un día
Louisa, como le ocurrirá posteriormente en otras ocasiones, tiene una de sus
inocentes y frescas ideas: lo que puede cambiar una vida escuchar un disco de
vinilo. Porque las tentaciones –¡ay, las tentaciones!–, los delirios de
grandeza que pueden surgir, son capaces de propulsar a los grandes genios hacia
la perdición, hacia el tormento que produce la llama del deseo de poseer y
tener más y más hasta ser consumido por ella.
“Una bruja
que desea desprenderse de su fortuna”, así prosigue Louisa relatando al
psicólogo, papel protagonizado por Robert Cummings, sus aventuras, porque aún
hay más. Conoció posteriormente a Rod Anderson, papel protagonizado por Robert
Mitchum, quien parecía prometer felicidad puesto que ya tenía mucho dinero y
poder, así que no tenía por qué ir a buscarlo. Pero, ay, los estragos que puede
provocar el alcohol. Dejo que descubráis como un toro puede destruir un hogar
tras unas copas de más.
Y como la vida
sigue y la música y el baile aportan un toque mágico, Louisa conoce a Pinky Benson,
papel protagonizado por Gene Kelly, un artista que disfruta mucho desde hace
años con su monótono trabajo. Hasta que un día –de nuevo a partir de una
sugerencia de Louisa– aparece en escena sin disfraz, tal cual.
“Cuatro
matrimonios por amor y un hombre al que odiaba…”
Este
empieza a ser el discurso del psicoanalista pero queda interrumpido por su
impulsivo deseo de proponerle el matrimonio a Louisa. Sin embargo, nuestra
sincera y noble Louisa no duda en rechazarle, puesto que no está enamorada de
él en absouto. Los cálculos del psicoanalista no van bien, no contaba con el
amor, así que desconecta de la realidad, para nuestro asombro, claro. Y aparece
de nuevo en escena el transformado Leonard-Dean Martin, quien ahora trabaja de
portero y en cierto modo de guardaespaldas del psicólogo. Louisa le pide perdón
por haber arruinado su vida años atrás, sin quererlo, a través de su primer
marido, pero Leonard no vive compungido por ello, ni mucho menos:
“Cuando lo
perdí todo, empecé a vivir”, le dirá Leonard a Louisa. Porque Thoreau de
nuevo guía los pasos del amor idealista que conduce a la verdadera felicidad y
armonía:
“Simplificar”.
Tal vez esta
clave resulta de nuevo ser muy importante en nuestros tiempos actuales:
Simplificar. En 1964, Júpiter estaba en el signo de Tauro, como lo está aún
ahora en el 2012, y Urano y Plutón se encontraban en el signo de Virgo, en
conjunción. Actualmente se encuentran en cuadratura, desde Capricornio y Aries.
Una vez más, estos cambios (Urano) y transformaciones (Plutón) nos están
queriendo traer a la conciencia de los hombres nuevas pistas que nos ayuden a
conseguir realizar nuestra más importante vocación: ser humanos. Y como seres
humanos hemos de recordar que todo lo que nos desvíe de unirnos con el
propósito de construir un mundo solidario para todos nos conduce cíclicamente a
situaciones tensas en las que hemos de plantearnos cómo renovar y cambiar las
estructuras. Y es mejor hacerlo con conciencia y organizadamente que de manera
impulsiva y radical, mejor con tiempo para reorientarnos de nuevo desde los más
altos ideales que, puestos en acción por un número cada vez mayor de personas,
conducirán al planeta a la armonía. Está en nuestras manos. El futuro lo
escribimos entre todos. Y no dejamos de tener ayudas, inspiraciones y
oportunidades. Siempre es preferible ser protagonistas activos, cada cual a su
manera y según su propio destino.
Cuando
empecé a ver la película La gata sobre el tejado de zinc (Cat on a Hot Tin
Roof), dirigida por Richard Brooks en 1958, nunca llegué a pensar que dicha
película constituyera una representación de un proceso de sanación y liberación
a modo de constelación familiar.
Genial
interpretación de todos los actores, magnífico guión y dirección. Una obra de
Tennessee Williams que en pantalla ofrece a los sentidos el disfrute de los
decorados, de la puesta en escena y de la presencia de estos intérpretes que se
sumergen intensamente en sus complejos personajes con tanta soltura y
dedicación.
Sin
haber leído previamenteninguna crítica,
ni siquiera el guión, que me predispusiera a tener ideas y prejuicios en cuanto
a su contenido y personajes, me sumergí en las primeras escenas que,
inevitablemente, despertaron mi espíritu de investigación psicológica: ¿por qué
el personaje interpretado por Paul Newman (Brick) está sumergido en el
alcoholismo? ¿Por qué no puede ser feliz con su linda pareja Maggie (Liz
Taylor), que además no carece de inteligencia emocional y que se muestra
comprensiva y enamorada? ¿Por qué tanta desgracia? ¿Por qué se refugia en la
botella y se evade con el alcohol?
Pero
aparecen otros personajes con múltiples síntomas también de dependencia, como
es el padre de Brick (Burl Ives), adicto al dinero y al poder, a generar
riqueza y tener poder, siendo consciente del juego que ello entraña:
desenvolverse en un mundo de mentiras, de hipocresía, de intereses en el cual
es necesario adaptarse y sobrevivir demostrando ser el más fuerte, el más
hábil, el más astuto. Pues lo importante es tener dinero, mucho dinero y poder.
Sin embargo, parece que la proximidad de su hijo Brick, tanto para el padre
como para la madre del mismo, junto con su pareja, son dos energías
irresistibles, es una atracción inevitable que no consigue dispersar las
atenciones que prodigan su otro hijo, Gooper, y su esposa. Como siempre, la luz
consigue engullir a las tinieblas, no para destruirlas con saña, sino para
transformarlas también en luminosidad y gozo.
Al
fin y al cabo, la madre de Brick ha sido una adicta a las compras, acumulando
objetos inservibles que terminan en un sótano absorbiendo polvo y olvido. Con
los objetos encuentra una especie de refugio también respecto a la dureza y el
vacío que encuentra en la convivencia con su esposo. Por su parte, el padre de
Brick es adicto a su insaciable sed de dinero y poder, mientras que el hermano
y su esposa se muestran servicialesy
complacientes sólo por el interés de heredar. Todos interpretan un papel y
ninguno de estos personajes expresa realmente su verdad interior. Pero Brick es
el chivo expiatorio de la familia, la oveja negra, es quien carga con los
complejos y traumas de todos, se convierte en el inútil de la familia, ya que a
él no le interesan ni el dinero ni el poder, sólo desea “desconectar”. ¿Pero
qué aflige realmente a Brick? Se nos desvela tras su adicción una muerte lenta
que se autoinflige, como castigo, por haber desconfiado en una ocasión y haber
fallado a su mejor amigo, quien en realidad era débil y se apoyaba únicamente
en su fuerza (también otro personaje dependiente). Un amigo que era muy
importante para Brick, mucho más importante que el padre, que sólo se cuidó de
proporcionarle “cosas” y dinero (las cosas no lo son todo, como le dice al
padre, quien no comprende por qué su hijo le rechaza y se aleja de él, que
puede dárselo todo). Será en el sótano de la casa, un lugar asociado a la
energía de Escorpio, donde se producen las mayores confesiones y liberaciones
de esa noche de tormenta en que las aguas limpian y purifican emociones y
sentimientos enterrados en lo más profundo de muchos de estos personajes.
Brick conseguirá perdonarse y abrirse a
la verdad que Maggie intentaba comunicarle. Su padre conseguirá abrirse al amor
de su esposa, que a pesar de todo está a su lado siempre, soportando su mal
carácter. El hermano reconoce que se presta a los juegos de manipulación que su
esposa le sugiere, cegado también por las ambiciones materiales. Y el padre de
Brick destapa su baúl de los recuerdos, permitiendo al espíritu de su propio
padre ayudarle a abrir el corazón, un padre que no supo proporcionarle un
mínimo de bienestar material, un vagabundo, un sin techo, un marginado, un inadaptado
en extremo, pero que siempre mantuvo a su hijo cerca, a su lado, dándole lo que
tenía por poco que fuera, y lo más grande, su cariño. Esa fue su herencia, este
es el momento de la verdad, de volver a las raíces, a los antepasados, como
significa la casa IV en Astrología y el signo de Cáncer. Una herencia –volvemos
a temas de Escorpio y a la casa VIII como fundamento de la película– que nunca
reconoció mientras a lo largo de su vida escalaba las cimas del estatus social,
del renombre instigado por sus deseos de vanidad, de engrandecimiento y de
codicia. Dicha carrera le hizo perder el interés por las personas, por lo que
son, por sí mismas, en cuanto a los miembros de su familia yrespecto a sus empleados. Y todo ello sin
haber disfrutado ni sentido alegría de vivir, como reconoce en estos momentos
en los que el dolor y la muerte le atenazan.
En
la verdad, en la sinceridad, afrontando los fantasmas interiores de los miedos
más profundos, se produce la apertura de corazón, que es la salvación, lo que
nos regenera, nos renueva y nos redime, permitiéndonos renacer, avanzar y
evolucionar como Seres Humanos.
Final
magistral. Ahora sí se puede manifestar la vida latente, desde y en la verdad,
en la autenticidad, con gozo y alegría para expansionarse, la que siempre
estuvo ahí esperando ser liberada.
Digamos que el día 6 de junio el Sol y Venus estarán
dispuestos para bailar un tango. Elijo este baile por aquello de que se baila
muy “agarraos” ya que astronómicamente estarán en conjunción, y no me parecía
tan popular y fácil de entender por la mayoría de las personas este hecho que
los astrólogos denominamos así, en lo que respecta a “tránsitos planetarios”. Y
bien mirado, dejo este baile ya que al fin y al cabo dentro de la conjunción
con el Sol, Venus también estará en
contacto con Marte (cuadratura), y siempre ambos tienen cierta connotación
erótica, de pasión y sensualidad.
Este fenómeno es extraordinario ya que se produce
dos veces solamente en un intervalo de 8 años, el último fue en el 2004, y
después puede pasar un siglo hasta que vuelve a ocurrir, creo que ninguno de
nosotros posiblemente esté presente para el de diciembre del año 2117, o tal
vez sí, nunca se sabe cuánto puede adelantar la ciencia, dejamos así un espacio
para la sorpresa.
Venus desfilará delante del Sol, será como un
eclipse, pero debido a que su tamaño es menor que el del astro rey no podrá
cubrir el disco completo.
Todavía estamos ahora bajo la regencia de Tauro que gobierna
lo más físico y práctico, y Venus es su regente, pero ya se encuentra en
Géminis, así que vamos a reflexionar un poco porque todos podemos sacar gran
provecho de esta fuerte energía. Seguramente muchos ya hemos ido notando a lo
largo de estas semanas su influencia, unos más que otros, depende de la
posición de los planetas en nuestras respectivas cartas astrales, pero toca
pasar revista y reordenar lo que sea necesario.
Elegí un título bastante serio ya que la carta
astral del día de la conjunción me inspiró a ello. Estamos hablando de un
Saturno en Libra actualmente, y el día de la conjunción estará la Luna en
Capricornio, en conjunción con Plutón, así que vayamos al fondo y vayamos a ver
qué hemos de hacer (trígono Marte) para conservar una buena estructura que
sostenga la unidad familiar, la relación íntima, el ambiente adecuado para
compartir emociones y sentimientos, sintiéndonos acogidos (sextil Neptuno). Si
algo he de cambiar (cuadratura Urano), he de reflexionar qué y cómo, cuándo
será el momento idóneo, sin desaprovecharlo. O lo inesperado irrumpirá en mi
vida obligándome, una dos, mil veces, hasta que decida afrontar el cambio necesario
sabiendo que renovar es vital para avanzar y no enfermar.
Hemos de considerar todas las posibilidades, incluso
puede haber varias, esto nos inspira Mercurio desde Géminis, y podemos elegir
lo que nos proporcione seguridad, está en contacto con Saturno, aunque tengamos
que ir construyendo algo nuevo, pero con confianza, sabiendo que recibiremos
ayudas, (trígono con Neptuno). La confianza en esencial en estos tiempos porque
nos inspira toda clase de salidas para situaciones de bloqueo, de
estancamiento. Siempre podemos salir y seguir adelante. El camino sigue, es
infinito, como la existencia, como la Vida.
En cada época, en cada momento de crisis y de cambio
siempre se nos otorgan múltiples dones para recargarnos cuando es necesario de
fuerzas y nos inspiran ideas geniales con el objeto de descargarnos de todo lo
que es excesivamente pesado e innecesario. Actualmente Neptuno desde Piscis nos
ofrece muchas herramientas. El amplio abanico de medicinas alternativas,
holísticas que complementan cualquier proceso de curación con medicina alopática.
No hay motivo para quedarse sombríamente triste y absorto en un cielo gris y
lluvioso cuando el arco iris nos está anunciando que está a punto de salir el
Sol. Esta conjunción Sol-Venus es una oportunidad para conectarnos con la
belleza interior, con la belleza del mundo, con todo aquello que pueda
elevarnos, y siempre va a elevar a nuestros espíritus lo bello, lo armónico, y
algo que es gratis y está al alcance de todos, reconectarnos con la Naturaleza.
Aquellos que lo deseéis podéis preguntarme de qué
manera particular os va a afectar, especialmente todos los que os habéis
suscrito hace meses a la lista de “Alta Signos”. Pero serán bienvenidas
peticiones y preguntas de cualquier persona que se acerque en este momento a
esta lectura y le surjan interrogantes y dudas. Como bien nos invita Venus en
Géminis, es momento de apertura a la vida social y a las relaciones para
conocer mejor aspectos de nosotros mismos relativos al amor.
A aquellos a quien les aspecte a su Luna de manera
armónica les cuestionará o hará vivir situaciones de dulzura, de ternura,
respecto a su feminidad, respecto a la familia, a las mujeres de la familia, a
la vivienda.
A aquellos a quien aspecte a su Sol tal vez tengan
que cuestionarse acerca de su autoestima y autovaloración, su creatividad y su
autoexpresión.
Aquellos a quien aspecto a su Marte tal vez se
cuestionen acerca de sus relaciones físicas sexuales, de su poder de seducción
y de su facilidad o resistencia para dejarse seducir.
Aquellos a quienes aspecte a su Júpiter podría
traerles situaciones de placer, de bienestar, facilidades en su vida social y
afectiva, prosperidad económica incluso, o tal vez un deseo irresistible y
desmesurado de gastar, habrá que tener cuidado y no dejar de ser prudentes.
Aquellos a quienes aspecte a su Saturno tal vez
puedan ir más allá de los límites que se han impuesto y se relajen en sus
relaciones íntimas, tal vez concreten una relación que lleva tiempo
demorándose, tal vez se cuestionen acerca de la frustración de cierta relación
o relaciones personales.
Pero todo dependerá también de dónde tengamos cada
uno de nosotros a Venus en la carta astral, en qué signo, a qué elemento
pertenece y qué tránsitos están pasando, está recibiendo Venus, porque será un
momento muy distinto y particular. Cada uno de nosotros estamos en un momento
evolutivo diferente y a la vez estamos involucrados en unmomento histórico y socio-cultural que de
alguna manera tiende a condicionarnos, su decisiva influencia dependerá de
nuestro grado de madurez y de individuación concreta, cuanto más conscientes
seamos de nosotros mismos en cada momento, mucho más fácil será, disfrutaremos
de mayor libertad para decidir y elegir pudiendo utilizar nuestra voluntad y
determinación para seguir o emprender nuevos caminos.
Venus es el arquetipo de la energía femenina, es
yin, mientras que el Sol es yang y representa la luz de la conciencia, ¿quién
soy yo?
Este
fenómeno astronómico podemos aprovecharlo todos para reflexionar acerca del
Amor, de la energía del Amor, y los juegos del amor, la seducción típicamente
venusina, gustar, atraer, disfrutar. Pero podremos ir más allá porque no se
trata de una conjunción con Marte, ambos podrían establecer una relación típica
de amor ardiente y apasionado a nivel físico, por ejemplo. Con el Sol se
desencadenan otras motivaciones, nos invita a poner atención, a “ver” qué
tenemos dentro de nosotros, qué valoramos, qué nos motiva a la hora de
relacionarnos, qué valoramos y nos resulta atractivo para comprar, para usar,
para llevarnos, puesto o para decorar nuestras casas y espacios, qué tipo de
creatividad surge espontáneamente dentro de nosotros y nos revitaliza el
expresarla. Y ya que está también en contacto con Quirón pido que sus rayos
sanadores también puedan, si le dejamos, aportar luz para estos momentos de
amplitud de conciencia y reflexión, de nuevas vivencias que muchos estamos
experimentando.
Ya
que ha sido un regalo de la Vida quería compartir en estos momentos de
pre-conjunción y en sintonía con los temas que son realzados los contenidos más
importantes y que deseo destacar, con motivo de esta conjunción, de una
película que se estrenó allá en 1938, “Los alegres vividores”, “The young in
heart”.
En
esta película nos encontramos con una situación digamos al estilo de
Géminis-Neptuno, una familia un tanto dual. Papá, mamá, un hijo y una hija que
viven en un mundo de fantasías y engaños, aparentando ser quienes no son, tener
lo que en realidad no tienen, personajes que se sumergen mimetizados por la
forma externa en la alta sociedad, su objetivo: aprovecharse del dinero de
personajes que de todos modos tienden también a vivir en un mundo superfluo y
de vanidad. Descubiertos por la policía deberán tomar un tren y regresar a su
país. En el tren van y, por cierto, bastante muertos de hambre. Así que la
ocasión se presenta única cuando conocen a Doña Fortuna… una ancianita dulce, amable, sola y muy
adinerada. Pero en esta ocasión hay mucho fondo, hay mucha sabiduría aprendida
en las horas de soledad, que no ha dejado un poso de amargura y resentimiento,
por cierto.
Desde
luego la Fortuna les va a cambiar, porque de todos modos nadie nos quedamos sin
redención y las oportunidades para poder avanzar y que nuestra vida tome un
giro diferente se nos presentan siempre, a todos y cada uno de nosotros.
Deciden quedarse con la ancianita esperando poder heredar. Pero mientras han de
llevar vidas respetables, así que padre e hijo se ven obligados a buscar
trabajo. Trabajos en los que por cierto se van a realizar completamente, y
aquello que en principio les parecía como algo terrible, ¡trabajar!, termina
convirtiéndose en una serie de ocasiones para desplegar su potencial intelectual
y creativo, ya que a nivel de relaciones no necesitan más que una lección, que
les dará doña Fortuna, la del amor verdadero, que nunca antes habían
experimentado. Esta conjunción Sol-Venus activada por Quirón y por Marte es
toda una oportunidad para la apertura de corazón. Doña Fortuna es avisada de
con quien vive, pero no encuentra en ello motivo de reprobación porque ante
todo siente compasión por la familia y las circunstancias que han podido
hacerles encontrarse en esa situación que sólo puede conducirles a la desgracia
y al vacío existencial, y a la soledad, que tan bien conoce ella por propia
experiencia.
¿Qué
hacer para salir de la soledad? ¿O qué evitar para no encontrarse con la
soledad más absoluta?
No
quiero desvelaros todos los secretos de esta maravillosa comedia y su
encantador hechizo para transportarnos a otra dimensión, precisamente para
encender esa vela que la conjunción Sol-Venus va a realizar.
La
clave, si queréis un anticipo, es “confiar en las personas que nos aman”…
Sin
confianza ¿qué nos queda? Vacío y soledad.
¿Y
cuándo la confianza es traicionada por la mentira y el engaño? ¿Cuándo se faltó
al respeto?
¿Qué
giro nos obliga, o nos induce, o nos invita a dar entonces las circunstancias
nuevas con las que nos encontramos?
Porque
una conjunción es un encuentro definitivo a partir del cual establecemos un
nuevo rumbo, un nuevo camino, una etapa nueva de aprendizaje, de vivencias.
Al
fin y al cabo vivimos en unos tiempos sociales influidos por el color de la
presencia de Urano en Aries en cuadratura con Plutón en Capricornio y en
ocasiones se podría tender a actitudes radicales y extremistas, siendo en ocasiones
el motivo la ambición y el poder, por no olvidarnos del poderoso caballero don
dinero. Pero Neptuno, el idealista, desde Piscis nos vuelve a invitar a mirar
el corazón, a mirar dentro, ya sea a través de visualizaciones y fantasías, de
encantos y rezos, o tal vez a golpes de cambios de fortuna. En esta carta
astral del día 6 observamos que en agua están tan sólo, precisamente, Neptuno y
Quirón.
Saturno
en Libra muchas veces nos indica que podemos establecer límites muy rígidos en
nuestras relaciones, “pasar hambre” de afecto y ternura, de atención y
comprensión incluso, en nuestras relaciones por mantener una cierta armonía y
equilibrio, al menos aparente, al menos de cara al público, que sabemos que es
bastante engañosa e incierta.
Pero
es tiempo de cuestionarnos ciertas pautas, no para cambiar radicalmente sin
estar preparados, no, hemos de ir preparando un plan para el cambio, para
elegir tal vez el camino de la transformación, que puede asustarnos, salir de
lo conocido, de lo cómodo, de lo familiar, de aquello a lo que ya estoy
acostumbrado. Pero no será posible mucho tiempo. Saturno entrará en Escorpio en
unas semanas y es necesario avanzar, atrevernos a transformarnos, a ir a las profundidades
y rebuscar nuestros recursos más valiosos, porque los tenemos, para poder
disfrutar también del aporte que desplegar todo nuestro potencial creativo
supone.
Evidentemente
esta película es romántica, había que permitir al contacto Júpiter-Neptuno
expresarse, y pretende alimentar a todos aquellos espíritus románticos, deja un
poso de bienestar, de optimismo, de ganas de vivir. Personajes encantadores y
una excelente interpretación y dirección. Creo que en nuestra época una vez más
puedo decir “Lo que el mundo necesita es amor”, al son de la canción de Burt
Bacharach.
Pero quiero dejaros la letra y la música
de esta otra canción, que sería (por
ejemplo, y ¿por qué no?) como el diálogo del Sol con Venus, para esta próxima
conjunción, del grupo Temptations, “My girl”.
Tengo
luz del sol en un día nublado.
Cuando está frío afuera tengo el mes de mayo
Imagino que se preguntarán
¿Qué puede hacerme sentir así?
Mi chica (mi chica, mi chica)
Estoy hablando de mi chica (mi chica).
Tengo
tanta miel que las abejas me envidian.
Tengo una canción más dulce que abejas en los
árboles.
Imagino que se preguntarán
¿Qué puede hacerme sentir así?
Mi chica (mi chica, mi chica)
Estoy hablando de mi chica (mi chica).
Hey hey hey
Hey hey hey
Ooooh.
No
necesito dinero, fama o fortuna.
Tengo todas las riquezas que un hombre puede
tener nena
Nos acercamos al
oráculo intrigados e impacientes, qué nos va a ocurrir, qué nos puede ocurrir.
Aunque a la vez deseamos que nada ni nadie pueda prever aquello que queremos
hacer, aquello que queremos conseguir, nos gustaría que nuestra vida fuera un
misterio indescifrable y ser los protagonistas exclusivos de aquello que nos
acaece. Esta suele ser la mezcla con la que siempre preguntamos al astrólogo,
al numerólogo, al tarorista, a las runas, a cualquier consultor que utilice una
técnica concreta para predecir y adivinar.
En Astrología
observamos los ciclos de los
planetas, su movimiento, seguimos su posición y hacemos una interpretación de
todo ello respecto a la influencia en nuestro carácter o en nuestro destino.
Pero hemos de tener en cuenta que los PLANETAS no pueden actuar en nosotros, no
nos hacen cosas, como si fueran marcianos que manipulan nuestro cerebro o
nuestras vidas. Entonces qué ocurre, qué son y para qué sirven, nos
preguntamos. Los planetas son símbolos y nos indican determinadas pautas de
energía psíquica, esto sí. Y es así entonces que el Sol simboliza nuestra
creatividad y nos motiva a la expresión de la misma, de maneras muy distintas.
Predecir es
descifrar los ritmos y desvelar la sincronía que se manifiesta por esa
influencia simbólica de cada planeta. Así como ejemplo tenemos algo tan
insignificante como podría ser un tránsito de Mercurio por la casa IV, y nos
encontramos sumamente interesados por ordenar, organizar en nuestra casa todo
tipo de armarios y cajones, sobre todo donde tengamos documentos. O tal vez
queremos tener mayor contacto con algunos de nuestros hermanos o hermanas. O
puede que con mayor interés y dedicación organicemos gestiones burocráticas y
nos informemos respecto a la vivienda.
Como vemos
seguimos siendo libres, simplemente seguimos unos ciclos organizados, cada cual
el suyo propio, su exclusivo ritmo.
Solicitar una consulta de sinastría supone acudir con el deseo de
que nos cuenten cosas acerca de nuestro destino con una persona. Puede ser la
pareja, puede ser una relación madre-hija, por ejemplo. Puede tratarse de una
relación entre socios. Queremos saber qué dificultades encontraremos con esa
persona, cuál es el destino conjunto, si vamos a ser felices, cómo superar
obstáculos, incluso cómo disolver karma negativo, si nos vamos a entender, si
nos vamos a pelear, si nos vamos a engañar. Adónde vamos y qué hacemos juntos,
y si ya lo estamos, como ocurre entre madre-hija, por ejemplo, por qué sufrir
este martirio y qué podemos hacer para salvarnos de él, para redimirnos, para
superarlo, para afrontarlo con mayores recursos.
A veces preferimos que nos haga la sinastría
el ordenador, y nos sale una lista de “interaspectos”, es decir, las conexiones
angulares entre planetas. Y con todo entusiasmo nos ponemos a leer una por una
las descripciones. Finalmente no solemos entender mucho de todo aquello, en
conjunto no tenemos una idea clara de qué es lo que está pasando ni cómo
resolverlo, e incuso hay veces que nos entra gran ansiedad por aspectos que nos
explican que son todavía más duros de los que estamos viviendo y nos crean una
sensación de fracaso y de miedo enormes ante el futuro de la relación.
Antes de solicitar estas consultas de
comparación de cartas o sinastría creo que es sumamente importante haber
solicitado una consulta sobre la propia carta astral de modo que yo mismo pueda
entender, conocer, ampliar qué necesito en mis relaciones, qué busco, entender
mis complejos, liberarme de ellos, acercarme a mi sombra, es decir, a mis
puntos oscuros, a mis aspectos más difíciles. Al fin y al cabo son los que me
van a condicionar para elegir o sentirme atraído por una persona en concreto y
establecer contacto iniciando una relación, ya sea amorosa o de amistad. Y
cuando se trata de una relación madre-hija, por ejemplo, es importante conocer
qué pautas más inconscientes pueden aflorar y crear tensiones entre los
miembros de una familia, aquellas necesidades y comportamientos más inmaduros,
por no hablar de los más agresivos e invasores, que pueden dificultar el
entendimiento y la armonía.
Al fin y al cabo el destino es algo en lo que
me veo implicado a cada instante y seré más dueño/a de mi vida si soy
consciente de quién soy en profundidad.
El ordenador no puede coordinar
información al punto de realizar una síntesis explicando los puntos
contradictorios, por ejemplo, las dualidades que pueden corresponder a ciertos
elementos, y extraer todo el significado profundo. Es el trabajo a realizar por
la persona, o por la pareja cuando es una sinastría, para seguir avanzando
adecuadamente y encontrarse a gusto consigo misma, con los demás.
Creo que de momento sólo las
personas podemos trabajar con datos diversos, contradictorios, concernientes a
aspectos de la psique y de las emociones, y con conocimiento y experiencia
explicar en la consulta el significado profundo de los mismos. Sobre todo
ayudar a centrar a cada persona, o pareja, en los aspectos positivos, anclar en
los elementos más fáciles que sirven para favorecer el trabajo que cada uno de
nosotros venimos a resolver, aquello que es motivo de evolución y cambio.
Es sumamente importante
conocerme en toda mi complejidad, esto puede llevarme unos años, toda la vida,
e ir creciendo y remodelando los aspectos más ásperos de mi personalidad, de
modo que no impida manifestar en mi, para mi, y también para los demás, y en
mis relaciones el gran potencial que traigo y con el cual puedo crear una vida
de plenitud y gozo.
Ahora lo importante es no
dejarse condicionar por un informe, sea de una máquina o de una persona, al
punto de que cree una sugestión limitante. Es necesario "romper el
hechizo".
Venus nos muestra aquello que
valoramos, aquello que nos seduce, que nos atrae, nos gusta, sea en nuestras
relaciones, ya que rige la casa y al signo de Libra, que es social, o en otros
ámbitos más materiales, ya que rige a Tauro y a la casa II, que es de sustancia
y materia.
Hemos de considerar en qué signo está mi
Venus, en qué signo está el Venus de la persona con quien hago una comparación
de carta, o sinastría. Pero también hemos de considerar a la Luna, por la cual
establecemos nuestros vínculos más íntimos, nos da información respecto a los
aspectos emocionales.
Marte es pura energía de fuego,
a la que hay que dar una dirección apropiada, tiene fuerza y espontaneidad. En
exceso como es normal al reflexionar en ello, resulta destructivo, como todos
los excesos. Por eso cultivamos la mesura y el equilibrio, por eso hemos de
aprender a utilizar nuestros impulsos con conocimiento y reflexión.
Saturno es una energía mucho más
reflexiva, tiene más vínculo con la Tierra. Saturno tiene en cuenta los
límites, en exceso los límites pueden llegar a castrar nuestro potencial y
sofocar toda iniciativa, aunque sean imaginarios o surgidos de
condicionamientos o prejuicios.
Por supuesto Venus se
encontraría mucho más a gusto con Marte que con Saturno a la hora de organizar
una fiesta, una reunión, o emprender una relación o un negocio. Hay estímulo y
se está dispuesto a actuar.
Mientras que Saturno obliga a Venus a madurar,
a reflexionar, y por tanto en positivo podría crear vínculos estables y
duraderos.
Todo ello da trabajo a la
persona, aparezcan contactos en la carta individual o en la sinastría, porque
se trata de poner atención y concentrarse para remodelarnos interiormente de
acuerdo a un proyecto que va más lallá de o meramente personal, de nuestros
egoísmos, de nuestra visión estrecha, de nosotros mismos o del mundo. Hemos de
ampliar la mirada, atrevernos a mirar al horizonte, mirar y encontrarnos con el
otro más allá de nuestras necesidades o exigencias.
Las cuadraturas son un desafío,
y los necesitamos, porque una cuadratura, o cuadrado, moviliza nuestra energía,
nos obliga a actuar, a cuestionarnos, a dar una dirección adecuada, supone un
desgaste en ocasiones imprescindible para salir de la rutina, de la comodidad,
de la apatía. Es una tensión a la cual hemos de dar un propósito. Cuanta más
conciencia pongamos en ello, mucho mejor, por supuesto, menos compulsivo, menos
dolor, mayor entendimiento. Nos vamos haciendo dueños de nuestros impulsos e
instintos, no esclavos de pulsiones y condicionamientos viscerales, o del
entorno.
Venus y Marte
Cada uno de estos planetas son
símbolos, el primero de la energía femenina, el segundo de la masculina.
Principios femenino y masculino respectivamente.
En la carta astral de una mujer
observamos a su Venus (anima) para encontrar información acerca de la actitud
que tiene hacia sí misma en cuanto mujer. Anotamos en qué signo está y con qué
planetas se relaciona. En la carta astral de un hombre los aspectos de Marte (animus)
son símbolo de su virilidad, de su expresión masculina.
Vuelvo a recalcar aquí que los
planetas no nos hacen nada. Las combinaciones planetarias, aspectos, simbolizan
más bien una imagen psicológica y a partir de ahí encontramos una serie de
respuestas diferentes que pueden surgir ante ellas.
Observamos los planetas para
encontrar indicativos respecto a estados anímicos interiores, a actitudes
psicológicas que por tanto repercuten en nuestro comportamiento a la hora de
relacionarnos.
No nos centramos en el estudio
de estos planetas exclusivamente para extraer información en cuanto a la
manifestación sexual de una persona o pareja, ni mucho menos, porque al fin y
al cabo lo importante es el propio individuo y lo que cada uno proyectamos en
los demás, aquello que tenemos por resolver, vuelvo amencionar complejos y miedos que permanecen
en el inconsciente o sombra llevándolos hacia la conciencia. Y este trabajo sí
que resulta interesante para poder progresar hacia relaciones más sanas y
satisfactorias en general, y fin y al cabo todos estamos buscando la plenitud,
la felicidad, el bienestar en todas las áreas de nuestra vida.
Llegó a casa tras asistir a la celebración sin
sentirse aun especialmente cansada, tampoco fue mucho rato, apenas dos horas.
Pero cuando se tumbó un momento en el sofá tras tomarse una rica infusión
relajante empezó a sentir un gran cansancio y dolores. En los tobillos, en las
piernas, en la zona lumbar. Al irse a acostar empezó a sentir nauseas, comer
sin apetito y con cansancio no había favorecido mucho el proceso de la
digestión. Con tanto malestar no conseguía conciliar el sueño. Pasaba el tiempo
y sentía malestar en el pecho, toses, flemas, vaya, hacía unos días había
tenido también fiebre. Además le daba vueltas en su cabeza a la conversación
sostenida con una amiga acerca del comportamiento corrupto de una mayoría de
personas en una grandísima empresa que contaba con capital del estado,
corrupción por ansia de poder y de dinero.
La luna llena estaba esta noche en el eje de Tauro-Escorpio,
precisamente, activando todo lo relativo a sustancia, materia, hedonismo, posesiones,
dinero, placeres, valores; emociones fuertes, poder y manipulación, negocios y
política, tramas ocultas y complots, cómo utilizar el dinero y los recursos de
los demás. Pero es que además los vecinos de arriba tenían organizada una gran
fiesta a la que asistían varias personas, todas ellas estruendosas tanto en sus
carcajadas histriónicas como en su vocerío al hablarse unos a otros. Y el reloj
fue marcando la 1, las 2… a esas horas por momentos le llegaba un sopor pero el
ruido en el piso de arriba y el vocerío volvían a despertar la conciencia. Dio algunos
golpes para amonestarles y hacerles sentir que estaban molestando, a pesar de
ser un sábado por la noche el grado de tolerancia empezaba a sobrepasar los
límites admitidos teniendo en cuenta la falta de respeto y educación que
estaban teniendo hacia el resto de los vecinos. No surtió efecto. Aunque se
oyeron portazos porque algunos de los reunidos empezaron a marcharse las
canciones, la música y los diálogos a voces prácticamente no se interrumpían,
ni los golpes ni el ruido de pasos repicando en el techo. Y dieron las 3, las
4, y seguían, hasta que un agotamiento extenuante consiguió superar el ruido y
el sueño llegó. Ya de madrugada empezó a filtrarse luz por la persiana y
despertó, no hizo falta agudizar mucho el oído, seguían, las voces seguían, las
risas estruendosas y los gritos… ¿Por qué no habría de llamar a la policía?
Algo que estuvo a punto de hacer, pero como se encontraba indispuesta pensó que
si tenía que hacer algún trámite no tenía cuerpo ni energía para más.
Todos estos incidentes en los que destacaban la
falta de respeto y de consideración hacia los demás, empezaron a minar el
ánimo. Primero surge la cólera, la ira, después el deseo de venganza, de
aplicar magia para hacer pagar en sus carnes a esas personas el mal causado a
los demás. Después la tristeza, una gran tristeza por contemplar a la raza
humana aún tan involucionada, tanto oír hablar de la nueva conciencia, de la
elevación de la conciencia, no, no podía ser. Aun quedaba mucho por avanzar al
respecto. Con esta mezcla de cólera, de ira contenida y aires de tristeza buscó
consuelo y luz en las plantas y en la contemplación de sus pájaros. Observó sus
colores, su belleza, escuchar sus cánticos, sus cotorreos, acercarse a ellos,
dejarse picotear los cabellos por algunos de los más intrépidos, estar tan
cerca de ellos, entre ellos empezó a cambiar la vibración.
Empezó a desaparecer el deseo de venganza. Recordar
al Maestro la fue haciendo reflexionar. Al fin y al cabo Él nunca había por ahí
castigando a los injustos, sino todo su trabajo fue atender a los necesitados,
recibir a los que se abrían al cambio, a la Gracia, al Amor. El trabajo era
para traer mayor bienestar, no aumentar el malestar.
Escorpio: transmutación.
Apertura de corazón. Sí, toda la ira y los malos
deseos se fueron disolviendo, y la plegaría fue siendo “que sus corazones se
abran”, ¡sí!, como Saulo cuando cayó del caballo, exacto. La apertura de
corazón hace sentir el dolor de los demás como propio, esa es la clave, si se
alcanzan niveles intensos de empatía la Gracia puede empezar a actuar y se
pueden empezar a producir cambios. Mientras que no haya apertura del corazón y
no se sienta como propio lo que sufren los demás seres vivos, nos relacionamos
a niveles poco humanos… Humanos, sí, porque de la otra manera podríamos decir
que son relaciones simplemente entre seres. Humano significa algo
verdaderamente importante: dignidad, respeto, consideración, comprensión, honestidad,
justicia, integridad, mesura, ternura, amistad, colaboración… ¡HUMANO!