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12 diciembre 2011

Relaciones personales

La Astrología y el asesoramiento en las relaciones personales.


Las relaciones personales son un campo de experiencia en el cual todos tenemos mucho que aprender y a la vez que recibir. Según cómo nos vayamos definiendo y entendiendo a nosotros mismos en este ámbito de nuestra expresión, según cómo vayamos evolucionando a propósito de las experiencias que nos proporcionan en el día a día, vamos conseguiremos vivir con mayor plenitud y libertad.

A la hora de apoyar a través de una consulta astrológica a la persona que acude a ella en este sector de su vida, como astrólogos, observamos primeramente las casas III, VII y la XI. Regidas respectivamente por los planetas Mercurio, Venus y Urano (Géminis, Libra y Acuario, signos que pertenecen al elemento Aire).


Respecto a Mercurio nos dará información para saber qué tipo de comunicación nos resulta más fácil. Así, una persona puede conocerse respecto a:

    qué habilidades tengo, qué potencial, y también qué dificultades me voy encontrando para seguir aprendiendo y creciendo en este interactuar con los demás en la vida cotidiana.

Mercurio, además, me va a dar información acerca de mi energía mental, con qué tipo de ideas y pensamientos conecto, qué tendencias y hábitos puedo haber creado a través de pautas repetitivas, y cómo algunas me pueden esclavizar, limitar, apagar. Y ahí tengo también todas las posibilidades para dar un giro y empezar a desarrollar nuevos hábitos mentales, de pensamiento, técnicas nuevas de relación, desarrollo de talentos nuevos según se potencian los ya reconocidos y practicados.

En las relaciones interpersonales entrarán en juego nuestras emociones, sentimientos, nivel de sensibilidad, nuestro sistema de valores, nuestra filosofía de vida, mi ideología en general, lo que he aprendido en mi entorno inmediato desde pequeño. En cada ámbito de nuestra vida podremos mostrarnos de una manera o de otra. Hay diferencia en las relaciones que sostenemos con compañeros de trabajo, con jefes y figuras de autoridad, diferencias respecto a las relaciones con miembros de familia, diferencia respecto a aquellos amigos que elegimos para compartir en profundidad nuestro camino, diferencia en la elección de aquellos amigos que son para pasar el rato y divertirnos, diferencia en las relaciones entre compañeros de actividades de ocio. Vamos a encontrarnos muchos matices en nuestros diálogos y expresiones en cada una de estas áreas a través de las cuales nos expresamos.






 En las relaciones personales pongo en juego MI PROPIA RELACIÓN, la relación conmigo mismo. Cómo me amo, ¿me amo?. Cómo me valoro, ¿me valoro?. ¿Me respeto? ¿Me escucho? ¿Me entiendo? ¿Me comprendo? ¿Conozco mis necesidades? ¿Conozco mis miedos? ¿Reconozco mis carencias? ¿Reconozco mis traumas? ¿Acepto y trabajo en mis complejos?. La propia relación conmigo mismo va a ser un reflejo de mis relaciones con los demás. Y la propia relación conmigo mismo va evolucionando, no es algo estático e inamovible. La interpretación de mi CARTA ASTRAL me va dando información, pistas, herramientas que posibilitarán este trabajo interior, que me favorecerá en mi relación con los demás, en el entorno. Las auténticas relaciones personales con aquellas que están basadas en la LIBERTAD y el RESPETO mutuo, esto es esencial para que sean SANAS Y EQUILIBRADAS, de calidad. Aquí destaco los principios de Acuario y de Libra como esenciales, y esta es su expresión más sublime. Si queremos cantidad ya es diferente.


Si lo que queremos son relaciones para conseguir objetivos personales o profesionales, relaciones con las que cubrir necesidades y carencias personales, entonces surgirán las expectativas, las exigencias, y todos sabemos adónde irán encaminadas relaciones de este tipo con el tiempo, qué futuro van a tener con semejantes raíces, aunque es posible sanearlas y salvar al árbol. No neguemos las complicaciones que pueden surgir, y esto seguramente nos traerá dolor. Y estamos intentando comprender qué podemos hacer, o dejar de hacer, incluyendo pautas y hábitos de pensamiento y de respuesta emocional para ir dejando de sufrir. Realmente la disposición que uno tiene en ese tipo de relaciones basadas en intereses personales garantiza que no habrá nutrición mutua. Podemos reflexionar respecto a nuestras relaciones personales si acaso están más centradas en conflictos de víctima-verdugo, sumisión-poder, o si hay que resolver algún conflicto de "amor-odio", ya sea personal, familiar ancestral, y sin irnos muy lejos, que no olvidemos que hasta hace muy poquito la sociedad era de los hombres y para los hombres, la mujer no tenía apenas protagonismo y vivía en la sombra, así que no es difícil que las personas con mayor sensibilidad lleguen a conectar con los resentimientos, conflictos sin resolver, emociones, dolor que puede estar grabado aún en el inconsciente colectivo. Si hay mucha manipulación en una relación, en todos los sentidos, empezando por la emocional, no se sostendrá por sí misma en cuanto una de las partes DESPIERTE y levante el vuelo ya que empieza a recobrar lucidez, sentido común y su fuerza interior despierta del aletargamiento, en cuanto se reconecte con su ser interno de luz dejaré de sentirse aturdido y confuso, en cuanto se reconecte con su esencia divina recobrando así el control de sí mismo y de su destino. Entonces la persona crece realmente, empieza a convertirse en persona, y esas estructuras dejan de ser adecuadas en sus procesos de transformación interior.

Todas estas manifestaciones podemos vincularlas en Astrología a la energía del Sol, la conciencia de sí mismo, mi poder personal, e incluso si estoy en estado de lucidez. Uno de los primeros pasos cuando por primera vez vamos a una consulta de Astrología será reconocer la posición de mi Sol, en qué signo está, a qué elemento corresponde, qué relación sostiene con los demás planetas, qué casa rige. Movilizamos así la energía del Tercer Chakra, que en estado de equilibrio me permite expresar mi propio poder y creatividad personal. Mercurio me ayudará a través de la comunicación a poder entender y expresar, a disponer de nueva información para crear nuevos pensamientos orientados a la satisfacción plena en mis relaciones con los demás.


En las relaciones personales de amistad profunda, digamos de alma a alma (y éstas pueden darse entre amigos, en la pareja, o tal vez entre algunos miembros de la familia), las situaciones surgen espontáneamente, sin agobios, sin ataduras, sin reproches, sin chantajes, sin manipulaciones. Hay un feeling imprescindible que alimenta constantemente la relación, en el espacio y en el tiempo. Es mutuo y espontáneo el impulso de acercarse al otro y comunicarse, con cuidado, con sensibilidad, teniendo en cuenta al otro, su situación, se permanece en un nivel de comprensión elevado.





 A los seres humanos en general en nuestra vida cotidiana nos cuesta aún lo del espacio y el tiempo. Que una relación no tiene que ser permanente durante nuestra vida, que no podemos guardar a una persona en una cajita como si fuera una joya imprescindible para nuestra existencia, de colección, "mi tesorito", lo guardo o lo luzco. Tocamos el concepto de apego, aunque podríamos llamarlo de muchas otras maneras. Algunas personas han dejado una profunda huella en nuestro recuerdo, en nuestro corazón, en nuestra alma, nos han aportado muchísimo dejando una sensación de amor, libertad y gratitud. ¡Esto es bellísimo! Puede haber sido un encuentro más o menos largo, teniendo en cuenta nuestros parámetros actuales de espacio-tiempo. No podemos forzar nada, hay que saber parar a tiempo en nuestro empeño por "conservar" a nuestro lado a las personas queridas, porque no saldrá nada bien al final, y nos encontraremos con algo que es perfectamente evitable: sufrir, incluso debido a ello, a nuestra actitud, sufrir de soledad. Tenemos que estar atentos para no enredarnos en relaciones morbosas y asfixiantes. Al menos sabemos que en cuanto falta libertad, espontaneidad y comprensión en una relación que mantenemos, nos estamos equivocando de camino. Las pistas son muy claras.

El Planeta Tierra es una gran escuela, y estamos todos aprendiendo. Pero nos han enseñado que aprender va unido a dolor. En estos momentos sabemos que si mantenemos la mente abierta y dispuestos a no cargar con mucho equipaje, permanecer ligeros y livianos, todo va a ir de mejor en mejor. ¿Qué debo soltar? Por ejemplo pensamientos obsesivos, pensamientos negativos y limitadores. Sólo ya con estos pasitos empezamos a despejar el horizonte. Analizando Mercurio en la carta astral encuentro señales, puedo empezar a trabajar de manera profunda tomando el control de mí mismo, con conciencia.

Estamos aprendiendo a tener relaciones que nos hagan sentirnos en paz y que sean gratificantes, en todos los ámbitos de nuestra vida, tal vez unos lo vayamos entendiendo mejor y nos manejemos con mayor destreza, o al menos en algunos sectores de nuestra vida. En todo caso este tema es motivo de muchas consultas terapéuticas, de muchos cursos, de muchas conferencias, de muchas sesiones de crecimiento personal, en todo el Planeta Tierra. Tenemos ayudas, nos vendrán ayudas, y a veces repetiremos varias veces un mismo error, se trata de aprender, nos dan diversas oportunidades. Tenemos tanta hambre de AMOR que tenemos que sentirnos muy reconectados con nuestro propio ser de Luz, con nuestra esencia Divina, con nuestro ser interno, con nuestra conciencia, creo que es muy importante para dejar de tener relaciones de dolor y pasar a la gloria de disfrutar relaciones de Amor.

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