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12 diciembre 2011

NO MORE GAS – SE ACABÓ LA GASOLINA - The Tuttles of Tahiti

Esta es una película estrenada en 1942, entre finales de abril y primeros de mayo, en la primavera y mientras transcurría la Segunda Guerra Mundial, el contexto histórico es importante para la finalidad de esta obra. Su director fue Charles Vidor, un Leo.

Destaco para este artículo a los actores principales más arquetípicos. A Charles Laughton, Jonás, el patriarca del clan de los Tuttles, es Cáncer; a Victor Francen, es el Doctor Blondin, es Leo; a Curt Bois, el hombre de negocios Jensen, es Aries.

Esta película es un canto a la fraternidad, a la amistad, a la alegría y al desenfado. Una denuncia del materialismo y del consumismo exacerbado. Destacan arquetipos muy definidos de manera que resalten las cualidades de cada uno.

Mientras el Sol permanece estas semanas de octubre en el signo de Aire de Libra estamos invitados a aligerar nuestros pensamientos, puesto que el aire gobierna el pensamiento. Hemos de procurar poner humor y alegría en todas las situaciones, y colores, para ver la realidad de muchas maneras. Es la pequeña aportación que pretendo con estas reflexiones, poner estos colores ayudada por mis energías de Neptuno y de Piscis.

En esta película el alma central es Jonás, patriarca de una numerosa familia cuyos miembros viven alegremente, trabajan lo necesario para cubrir sus mínimas necesidades, y queda muy claro con lo poco que pueden vivir, y a pesar de ello cómo sus corazones son alegres y desenfadados, sin ningún apego al dinero ni a la materia, simplemente es un vehículo que les permite hacer transacciones rápidas y que permanece muy poco tiempo en sus manos. Se dedican a pescar para ganarse la vida, y siempre que tienen dinero lo invierten en fiestas y en eventos lúdicos que les proporcionan entretenimiento, como son las apuestas con peleas de gallos. Estamos presenciando una comedia y la escena de pelea de gallos es entrañable. “Aguila Negra”, así se llama el gallo de los Tuttle, es un lindo gallo que ha sido especialmente cuidado y mimado para que llegue el gran día en el cual tendrá que dar la talla frente a su contrincante. Cuando “Águila Negra” se enfrenta a su rival, simplemente desaparece, sale del “ring” y entra en la casa no queriendo saber nada de conflictos. No podía ser de otra manera en una familia tan llena de bondad en sus corazones, de inocencia y de desenfado.

Para lo básico esta familia depende de la generosidad del Doctor Blondin quien se apiada de Jonás y siempre le presta dinero para gasolina, imprescindible para salir con la lancha a pescar. Por cierto, esta es una de las familias cuyos miembros son los mejores pescadores de Tahití.

El señor Jensen es el hombre de negocios, “negocios son negocios”, y se aprovecha todo lo que puede del carácter y del temperamento de los Tuttle para salir beneficiado. Es el hombre que sólo piensa en el dinero por el dinero.

La escena final es extraordinaria y recoge la esencia de esta película. Es un diálogo entre Jonás y el doctor Blondin. Jonás por fin va a devolver todo lo que le ha prestado generosamente el doctor en innumerables ocasiones. La familia Tuttle nos es presentada junto con Jonás de manera que destacan por su inconsciencia y falta de organización y previsión para los asuntos económicos. Viven al día, y en muchas ocasiones para mentes ordenadas, analíticas, organizadas y controladoras su vida es un caos.

Cuando la familia Tuttle pierde toda su fortuna, ganada por otra parte de manera imprevista, Jonás le dice al doctor: “Sé que hemos sido tontos. Pero los Tuttle no estamos hechos para tener dinero. Todo lo que tenemos es la diversión. Y esa es la verdad. No somos capaces de guardar dinero, ya sean 40 o 400 francos. Simplemente desaparece. Seguramente pensará que estamos locos, pero nos sentimos aliviados cuando todo el dinero desapareció. ¿Es algo malo, doctor?

- Nadie puede responder a eso, Jonás.”

Maravillosa escena en la que el doctor es tolerante, respetuoso, no juzga lo diferente que es Jonás, lo anticonvencional, e incluso lo excéntrico que pueda parecernos su actitud en nuestras vidas, en nuestra habitual manera de desenvolvernos. De hecho, Jonás vuelve a estar sin dinero, sin dinero no hay gasolina “No more gas”, sin gasolina no pueden salir a pescar, a ganar dinero… El Doctor Blondin recomienza de nuevo, un pequeño préstamo para seguir adelante.

Jonás representa las energías de Leo, la diversión y la alegría, la bondad de corazón, la generosidad, la risa, el juego. Es una figura arquetípica tal vez muy pronunciada, pero que nos llama la atención precisamente porque viene a cuestionar cuánto de todo esto puede faltarnos a nosotros, cuanta escasez de todo ello hay en nuestra vida cotidiana. Jonás es un hombre que cuando tiene presta a todo el que le pide en su poblado, ved cómo disfruta el personaje en estas escenas de la película, la luz que emana, la alegría de la dádiva. A todos los miembros de su familia les permite disfrutar del dinero, nadie administra, todos pueden disfrutar de aquello que anhelan, y él mismo proporciona y busca lo que puede hacer felices a los suyos. El dinero se convierte en una energía que fluye y proporciona gozo. ¿Qué se guarda Jonás para sí mismo? Materialmente nada, su gozo es llenar de risas y alegría a los que le rodean. Es un ser carente de picardía a quien cualquier pequeña cantidad le parece muchísimo. Esta es la escena en la que negocia con Jensen tras encontrar sus hijos, sobrino y nieto un barco abandonado. Por cierto, el reencuentro con los miembros de su familia después de creerlos muertos en un naufragio, es algo espectacular, Jonás ha pasado unos días resignado con esta pérdida definitiva, ha orado para poder soportar esta ausencia. Disfrutad de ese encuentro, cómo se acerca a cada uno de ellos y les saluda “Hola”, como si fuera la primera vez que los encuentra. Para él es así, su corazón estaba resignado a esta pérdida y volverles a ver, a tocar, a besar, a sentir, para él es presenciar un parto, ver nacer de nuevo surgidos de nuevo de las aguas del mar. Jonás representa también a Júpiter, la expansión, la Fe, la confianza, la alegría de vivir, el compartir. Jonás representa a Neptuno, él, su familia, el poblado, todos son parte de una unidad y como tal todo lo que es y tiene es compartido para proporcionar bienestar.

Todo esto nos parece en la realidad práctica de nuestros días muy exagerado, nos da miedo este “soltar” continuo de Jonás. Nos viene a hacer trabajar el polo Tauro-Escorpio, acumular-soltar. Y viene bien para estos tiempos, viene siempre bien recordar precisamente que en la alegría del compartir está nuestra felicidad. Tal vez debamos buscar simplemente este mensaje. ¿Nos hemos olvidado de disfrutar en nuestras vidas? ¿Qué ansiedades y miedos nos lo impiden?
Jonás es una puerta a otra dimensión, aquella que nos conecta con la esencia de la Vida, con el Amor y la Bondad. Este es el salto dimensional que nos permite este personaje arquetípico y gracias al cual podremos reorganizar y equilibrar nuestros pensamientos para poderlos aliviar de la polarización a la que nos conduce en muchas ocasiones nuestra vida cotidiana tan sobrada de materialismo y raciocinio. El corazón necesita alegría, conviene no olvidarlo nunca, y el corazón tiene sus caminos y sus formas para encontrarla y para manifestarla. Nos corresponde a nosotros lograr el punto de equilibrio para ello entre nuestra mente, vísceras y corazón. Y por vísceras me refiero a las emociones, purificar nuestras emociones para que nuestro corazón se expanda en todo lo que es, Luz y Amor.

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