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23 enero 2015

Amor y "límites" en nuestras relaciones

Mencionar la palabra amor y asociarla a la palabra "límites" nos resulta chocante, llama la atención, hay una incongruencia. Cuando emprendemos el sendero de la evolución transpersonal realmente hemos puesto nuestra voluntad y empeño en irnos trabajando para conquistar la expresión del amor "incondicional". Tenemos por delante, más vale tomárselo con paciencia y humor, un gran recorrido para irnos descondicionando, desaprendiendo, desmontando pautas y formas de "amar" que aprendimos, que nos enseñaron, que "copiamos", que adquirimos por hábitos. El propósito hacia el cual vamos caminando es el ampliar nuestras miras, expandirnos en cuanto a comprensión en nuestra forma de relacionarnos con el entorno, con los demás, con las personas más cercanas, con las personas más allegadas, con las personas que pertenecen a nuestro pequeño círculo más íntimo, con la persona más importante y esencial en nuestra vida, cuando decidimos seguir el camino en pareja.





Cada una de nuestras relaciones, ya sean familiares, amistosas, profesionales, de pareja, etc., tiene una finalidad, un objetivo, unas enseñanzas, un sentido, unos retos y unos regalos y dones específicos (que podemos considerar en un estudio amplio de las cartas natales, un estudio de Sinastría).
Los "límites" que me encuentro en las relaciones, aquellas situaciones difíciles, de tensión, cuando surgen los problemas, cuando hemos de tomar decisiones, solucionar situaciones, afrontar circunstancias juntos, esos "límites" son la puerta para cruzar a una perspectiva más realista de mi propio autoconocimiento y del conocimiento del otro. Esos "límites", vividos y meditados desde el amor, con amor, con claridad, en la Luz, en la paz interior, buscando la sabiduría, una mayor comprensión, una mayor expresión y vivencia de la libertad como ser humano individualizado, expresan nuevas posibilidades para la relación, es la ocasión de anclar y fortalecer la relación un poco más, esto es muy importante. O tal vez es la oportunidad de seguir amando a esa persona pero tomando caminos diferentes, ofreciéndole bendiciones infinitas y gratitud por todo lo compartido y aprendido juntos, pero sabiendo que el momento de seguir por senderos diferentes ha llegado, con el máximo respeto, con todo el amor.


Esta es una propuesta más para seguir trabajando la resonancia que activa la cuadratura de Saturno con Neptuno, desde Sagitario y Piscis respectivamente, el principio de "realidad y límites" y la conquista del principio del "amor incondicional".

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